

Celaya (del vasco
zelaia, que significa «tierra llana») es una ciudad mexicana, cabecera del municipio homónimo en el
estado de Guanajuato (esta
ubicada en el sureste del estado), es la Tercera en Importancia del Estado de
Guanajuato. se encuentra a 50 km al oeste de la ciudad de Santiago
de Querétaro y a 260 km
de la Ciudad de México.
El Blasón de
la ciudad de Celaya fue otorgado siendo virrey de la Nueva España don Francisco Fernández de la
Cueva, quien confirmó la merced de la fundación de esta ciudad.
El escudo se compone de un óvalo
enmarcado con una banda estilizada adornada con cinco carcajes de flechas
(simbolizando a las tribus indígenas sometidas) conteniendo como fondo tres
franjas divididas en los colores azul, blanco y rojo que simbolizan realeza, pureza, poder y soberanía respectivamente.
La franja azul, mantiene centrada la imagen de la "Purísima Concepción", en
parte derecha de ésta tiene el monograma de la corona de Felipe IV, en la izquierda se
encuentra una cueva, en honor del Virrey Francisco
IV Fernández de la Cueva y Enríquez de Cabrera.
La franja blanca contiene una representación de los fundadores de Celaya
reunidos bajo un mezquite, el cual
dio sombra al primer cabildo de la ciudad.
La franja roja contiene la divisa en latín De forti dulcedo ("De los
fuertes la dulzura") sobre dos brazos desnudos rindiendo los arcos, simbolismo de la
pacificación de las tribus Chichimecas, Huachichiles y Guamares.
La ciudad fue fundada el 12 de octubre de 1572
sobre un poblado indígena llamado Nat-Tha-Hi, que en otomí significa
debajo del mezquite o a la sombra del mezquite; varios españoles
circundantes a las Villas de Apaseo y Acámbaro que se instalaron para surtir a los
viajeros. Estos primeros españoles
llamaban a la comarca el Mezquital de los Apatzeos.
El epicentro de construcción para la ciudadela fue el convento grande de San Francisco
y el posterior establecimiento de las Casas Reales en la Plaza de Armas. Más tarde
las haciendas circundantes con la ayuda de los afluentes de los ríos Apaseo
y San
Miguel se volvieron importantes productoras de maíz, trigo, chile, pimiento, vid y maguey para las ciudades mineras Guanajuato, Zacatecas y San Luis Potosí en cuya ruta era paso
obligado, además de su gran atractivo turístico por sus tres mundialmente
reconocidos volcanes.
Los viajeros y habitantes españoles del asentamiento, eran víctimas de constantes ataques indígenas, por lo que el entonces Virrey de Nueva
España, "Don Luis de
Velasco", expidió en 1551 una cédula
para que se instalase una guarnición que sirviera de protección a los intereses
de la corona.
A pesar de la guarnición, la frecuencia de los ataques a los
viajeros, que llevaban los metales preciosos a la capital, obligó al Virrey Don Martín Enríquez de Almanza venir
personalmente para organizar la defensa de los viajantes.
Fue en esta visita cuando los españoles asentados le solicitaron que fundara
una villa con el nombre de Villa de la Purísima Concepción de Zelaya, fue
así que expidió una cédula para tal fin el 12 de octubre de 1570.
No obstante la cédula, debido a ciertas diferencias entre los españoles
asentados, no se cumplió hasta el 1 de enero de 1571, cuando se reunieron los requeridos para la
fundación, quedando la ciudad bajo la protección de la Purísima Concepción.
Siendo entonces, la única ciudad del país que celebra el día que se le dio el
permiso de fundación, como la fundación misma.
Los evangelizadores franciscanos se volvieron de vital importancia
para la el desarrollo de la villa, aportando el panteón, la huerta popular, la Enfermería, el Noviciado, el Claustro y el "Colegio de la Purísima Concepción" que
es una de las instituciones antecedentes a la Real y Pontificia
Universidad de México, al tiempo que se edificaban el templo de San
Francisco, el templo de la Tercera Orden, el templo de Nuestra Señora del Pilar,
el templo de la Señora del Cordón, la capilla de los Dolores y los espacios
públicos hoy localizados en el Centro Histórico.
En 1597 la orden de los Carmelitas lego a
la Villa su Convento y Templo. En 1609 se
establecen los Agustinos al sur de la ciudadela fundando también su
propio convento y templo. En 1623 con la
construcción de un templo dedicado a Nuestra Señora del Tránsito y un hospital
de Curaciones, se establecen los monjes Juaninos en la villa.
Casi un siglo después, el 10 de octubre de 1655, a la villa conocida y nombrada en los informes
reales del virreinato como Zelaya o Celaya, se le concede la Real
autorización para poseer el título de Muy Noble y Leal Ciudad con derecho
a Blasón; sin embargo, el título no se confirma por el rey Felipe IV de
España sino hasta el 7
de diciembre de 1658, después de pagar
adeudos pendientes a la corona.
Fue hasta 1719 que los Jesuitas, vienen a la
entonces ciudad de Celaya, estableciendo
el templo y convento de la Compañía de Jesús, hoy
destruido, e instruyendo en mejores técnicas para el cultivo de la vid. En 1724 en la Alameda se
erige el Santuario de la Virgen de Guadalupe.
La muchedumbre llegó a Celaya el día 20 de septiembre de 1810, acampando en los terrenos de la Hacienda de Santa
Rita, sitio donde actualmente se encuentra la empresa de Laboratorios
Senosiain.
Debido a una crecida de los ríos circundantes, el padre Hidalgo no pudo pasar
a la ciudad hasta el día siguiente. A pesar de ello, mandó una carta al cabildo
celayense pidiendo su incondicional rendición, haciendo notar que tenía bajo su
custodia a 70 españoles y que si no se rendía la ciudad, los pasaría a
degüello.
La ciudad fue entonces tomada pacíficamente el 21 de septiembre, en las primeras
manifestaciones de un ejército insurgente en México.
En el mesón de Guadalupe, que todavía se encuentra en el Centro Histórico de
la ciudad, fue hospedado Hidalgo, desde donde organizó al entonces precario
ejército insurgente.
El 22 de
septiembre Hidalgo fue nombrado "Capitán General del Ejército Insurgente",
Ignacio Allende,
"Teniente General", entre otros. Fue entonces cuando se prepararon para salir de
Celaya para la toma de Guanajuato.
Pese a que Celaya fue tomada por los insurgentes, el ejército realista, a
nombre del Virrey, recuperó la ciudad y depositó una guarnición para reprimir
posibles brotes independentistas.
No fue hasta 1822, meses después a la
consumación de la Independencia y dada la popularidad de Agustín de
Iturbide en la proclamación de la soberanía, que el regimiento de Celaya
instó, la noche del 18 de
mayo, al grito de "¡Viva Agustín de Iturbide, emperador de México!". La
noticia no tardó en llegar a la Ciudad de México sumándose a que el congreso
discutiera la propuesta y aceptara la coronación de Agustín de Iturbide.
Durante la Intervención
estadounidense en México, El regimiento de Celaya, al mando del Gral. Pedro
Ampudia fue el primer regimiento guanajuatense en combatir a los invasores
norteamericanos en las batallas de Palo Alto y La Resaca de Guerrero, luego
formándose de este el Primer y Segundo regimiento de Celaya a la vez de
coadyudar al regimiento auxiliar de Guanajuato.
En 1864 México sufrió La Segunda
Intervención Francesa, periodo durante el cual las tropas de ocupación
francesa invadieron el Bajío comenzando por San Miguel de
Allende avanzado a Celaya y a partir de ahí al este para la posterior
ocupación de la ciudad de Guanajuato, gracias a ello Maximiliano de Habsburgo inicio su
visita por el estado de Guanajuato de manera pomposa en las localidades de
Apaseo el Grande
Celaya y San
Miguel de Allende.
En el abandono de la tropas francesas y el imperio Maximiliano de Habsburgo se vio en
la necesidad de huir de Ciudad de México con destino hacia el
Bajio fue sitiado en Queretaro por la resistencia en Celaya y municipios
circundantes propugnada por Mariano Escobedo.
Al éxito de la Revolución de Tuxtepec encabezado
por Porfirio Díaz
en contra de Sebastián Lerdo de Tejada, Porfirio Díaz invadió
Celaya para él 29 de
diciembre de 1876 desde Salamanca
nombrar gobernador de Guanajuato
a Francisco Z. Mena.
Bajo la gubernatura de Francisco Z. Mena en Celaya se instaló el ferrocarril que comunicaría en su
primera etapa al Bajío siendo Celaya y León sus
últimos destinos. Ya en 1904 las dos más grandes vías férreas de la República,
la del Central y la del Nacional, cruzaban la ciudad, comunicándolo con las
principales ciudades del país.
La industria en Celaya se
acrecentó al hecho de contar con los adelantos de la energía
eléctrica, el ferrocarril
y el telegrafo; instalándose en la
ciudad empresas y fábricas de alcohol, aceite y derivados del maíz, además de brindarle un realcé a su
producción agrícola.
En lo referente a educación en este periodo se inauguró en Celaya una de las
cuatro escuelas
modelos del estado, donde se impartía la educación positivista impulsada por el gobierno federal.
Siendo además en este periodo cuando se edificó e inauguró la Bola de Agua de
Celaya.
Durante la época revolucionaria en la ciudad sucedieron una serie de
importantes y sangrientos enfrentamientos conocidos como las batallas de
Celaya, entre las fuerzas villistas con 30,000 hombres y obregonistas 15,000
durante los días 13, 14 y 15 de abril de 1915, resultando victoriosos los obregonistas.
Lamentablemente, en las batallas de León de 1920; el general Álvaro Obregón terminó perdiendo un
brazo en la Hacienda de la Sandía. Por su victoria aplastante en Celaya, se le
empezó a conocer con el alias «El manco de Celaya».
Las actividades económicas de Celaya son
principalmente la industria, el sector servicios y el
comercio, además de tener como
actividades económicas el cultivo de maíz, alfalfa y sorgo y la cría de ganado bovino y caprino.
Inicialmente, Celaya se desarrolló en las actividades agrícolas, ganaderas y
artesanales, como un bastión agrícola y comercial de la región y el estado;
destacando por la elaboración de cajeta y los diferentes dulces de leche de
manera tradicional que le da fama en el país.
Debido a su alta producción de cereales más tarde se convirtió en una ciudad de rápido
crecimiento e importancia logrando ser un paso obligado de los tributos
virreinales convirtiéndose en aduana colonial. Hoy en día, Celaya busca
mantenerse como centro logístico del estado y la nación, mediante la
instauración de nuevas empresas industriales.
Celaya es conocida como la Puerta de Oro del Bajío por su ubicación
estratégica que ha contribuido al enlace del llamado corredor industrial con
ciudades importantes como Querétaro, México, o Guadalajara. Celaya por su
composición industrial y agrícola se ha convertido además en el sitio ideal para
gran número de Industrias del área mecánica, electrodomésticos, acero, química,
y procesadora de alimentos.